5.6.11

AÑORANZAS


Tu piel tiene sabor a cerezos,
no importa si enciendes otra hoguera,
soy el hombre que llena tu embeleso
y el que convirtió tu invierno en primavera,

A tus pétalos bañé con el rocío,
caído en cascada de mi fuente,
con tu fuego calentabas cualquier frío
y tus aguas llenaban mis corrientes.

Me amaste como nunca habías amado
tu cuerpo junto al mío lo decía,
hacer el amor, enamorado
fue tu mejor enseñanza vida mía.

Esa fruta tan carnosa, tan madura
ofrecida como dulce alimento,
tus carnes sinuosas, tiernas y duras,
eran el manjar más suculento.

Sobre mi piedra, tu altar,
mariposa de alas abiertas
llevo siempre en el paladar
el sabor de tus mieles secretas.

Ahora que estás muy lejos
mis labios te necesitan,
y se que mientras existas
seguirás añorando mis besos.

1 comentario:

Pescador dijo...

Uf...Poetisa, como hierven las palabras.....Recibe un gran abrazo con saciedad.